Juntos en las Buenas y en las Malas | |
Sobre el caballo de Curufin, Beren cruzó rápidamente el paso del Sirion y llegó hasta encontrarse a la entrada de una gran llanura, y a lo lejos, los picos de Thangorodrim, las torres a la entrada de Angband... Ahí, Beren dejó ir al caballo libre, y estando ahora solo y en la etapa final de su misión, compuso una canción que honraba a Lúthien Tinuviel y a las luces del cielo, pues pensaba que debía despedirse tanto del amor, como de la luz... y la cantó fuerte y claro, sin importarle quien lo oyera, pues estaba desesperado. | |
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Pero Tinuviel oyó la canción,
y ella misma cantó en respuesta, pues cuando ella despertó y se dio cuenta que Beren no estaba, leyó
la carta y fue tras él, y Huan volvió a servirle de montura, disfrazados el perro como un monstruo
de Sauron y la princesa como un vampiro, disfraces que Huan tomo de la torre destruida y yendo tras la pista de
Beren, lo encontraron. En un principio Beren pensó que se trataría de un fantasma, pues oyó
la voz de Tinuviel, pero viéndola así, pensó que tal vez había muerto... pero cuando
llegaron, ella se quitó su disfraz y Beren, feliz pero a la vez sin saber que decir, corrió y la
abrazo y ella también fue a el... -Maldito el momento en que acepté esta misión, preferiría que tu padre me hubiera matado a traerte hasta las sombras de Morgoth... -Calla Beren, que te amo y no me voy a separar de ti... Y entonces Huan, conmovido, habló por segunda vez: -De la sombra de la muerte tu ya no puedes salvar a tu amada Tinuviel, pues por amor, ella ahora se hizo también sujeta a ese destino. Pueden huir si quieren e ir al exilio, en una paz falsa mientras vivan. Pero si decides seguir, ya sea que la abandones, entonces ella morirá sola y triste, o si ella se queda contigo, los dos, juntos afrontaran el peligro que viene, sin esperanzas pero no completamente perdido. Así, Beren se dio cuenta de que Tinuviel no podía ser apartada del destino que ahora era para los dos, por lo que ya no quiso disuadirla. Entonces ambos se disfrazaron: él con el disfraz del lobo de Sauron, y ella con el del vampiro. Huan ya no siguió su camino, si no regresó, deseándoles el éxito en su aventura, y ellos, disfrazados tan bien que Beren era en todo un lobo excepto en su mirada y Tinuviel un ser alado. |
Así, juntos y después de muchos peligros, recorrieron ese último tramo para llegar a lo que bien podría ser su muerte: rodeada de grietas llenas de serpientes, y en las colinas, criaturas horribles que comían carroña y aullaban, y un gran precipicio de mil pies desde la altura de las torres hasta donde ellos estaban, hasta las puertas de Angband... | |
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