Los Enamorados Presos
Y ahí asaltaron a una compañía de orcos, los vencieron y tomaron sus armas y armaduras. Y por las artes de Felagund, se disfrazaron viéndose en realidad como orcos en todo su aspecto. Siguieron su camino llegando al norte del rió Sirion y pasaron entre las Montañas Grises y la región de Dorthonion... pero Sauron vigilaba desde su torre en la isla en medio del rió y sospechó porque iban muy aprisa sin reportarse, como debían haber hecho al pasar por ahí. Así pues, los apresó y los llevó ante su presencia en la torre. Entonces comenzaron a hablar, con cantos y poemas, enfrentándose, Sauron y el rey Felagund: Sauron hablaba de hechicería, con sarcasmo y maldad. Y Felagund de valentía, de resistencia, de libertad y de prisiones abiertas y cadenas rotas, recordaba el mar, los pájaros, la gran luz del oeste... pero Sauron recordó entonces la oscuridad, la traición, la muerte y la prisión... y Finrod fue vencido. Sauron les quitó sus disfraces, y aunque no pudo hacer que le dijeran quienes eran ni que querían los mandó al calabozo mas profundo donde cada cierto tiempo iba un monstruo con forma de lobo creado por él para devorar uno por uno a los miembros de la compañía, pero ninguno traicionó a su rey.
	En ese tiempo, Lúthien Tinuviel sintió a su amado en peligro, y busco la ayuda de su madre, la cual le explicó lo que sucedía, pues ella podía ver muchas cosas. Estaba triste y se decidió a ir ella misma por Beren y rescatarlo. Pero le pidió ayuda a Daeron y de nuevo la traicionó, encerrándola en lo alto de la copa de un árbol con tres ramas donde había una casa, con guardias en las bases para que ya no escapara. Pero la magia de Lúthien era grandiosa, y logró que su cabello creciera largo largo hasta el suelo, y con el, al tocar el rostro de los guardias, se quedaron dormidos, y después haciendo una cuerda con él, bajó desde la ventana y escondida con la capa mágica que la escondía y que tejió de su hermosa cabellera, huyó y dejó Doriath... Por la sospecha, Sauron envió a muchos lobos a las planicies de Nargothrond, y por eso, Celegorm y Curufin salían de caza frecuentemente, también para saber del rey. El perro de caza de Celegorm se llamaba Huan, un perro proveniente del oeste, Orome el cazador se lo regaló, y desde entonces Huan siguió a Celegorm, incluso al exilio. Este perro encontró a Lúthien mientras escapaba y la llevó con su amo.
-¿Quién es la doncella que mi perro trae aquí? -preguntó Celegorm -¿Quién eres tu, debería yo preguntar para que me apreses con un perro, como si fuera presa que se caza? -Soy Celegorm y el es mi hermano Curufin, somos nobles noldor que venimos de caza desde el reino de Nargothrond. Lúthien, sabiendo esto, se reconfortó...-Pues entonces les diré quien soy - y quitándose la capa que la cubría revelo su identidad -soy Lúthien hija del rey Thingol de Doriath, escapé de ahí para buscar a Beren hijo de Barahir, que ahora corre peligro y esta preso en manos de Sauron, y ahora que se que son nobles noldor, les quiero pedir su ayuda. La belleza inigualable de la princesa dejó sin palabras a Celegorm, pero ocultando lo que sabía de Beren, y esperando que el rey Felagund muriera pronto, le hablo engañosamente: -Ven con nosotros a Nargothrond, y te ayudaremos. Ella aceptó, pero la traicionaron, le quitaron la capa con la que se podía esconder, y la encerraron en una torre. No podía hablar con nadie mas que con ellos. Y ellos, decidieron esperar a que Finrod muriera, mientras mandaban mensajeros al rey Thingol de que ahora Celegorm se desposaría con su hija, porque además, buscaban tener en su poder a todos los reinos de los noldor, y de los elfos si cabía, antes de correr riesgos y asaltar Angband por los silmarils. ¡Ay de Beren y Tinuviel!, ¡ambos en situaciones desesperadas, buscando tan solo poder reunirse de nuevo para no separarse nunca más, enamorados mas aun, y tan alejados por culpa del odio entre hermanos!
El Escape de Lúthien y la Muerte del Rey
Pero Huan era noble, y su corazón se conmovió al ver la desesperación de la bella princesa. El iba seguido a la puerta de su prisión, escuchando su lamento... Ella le platicaba de su amor y de Beren su amado, que era amigo de los animales y las aves y de todas sus experiencias... y Huan escuchaba y entendía su lengua, pero no podía hablar mas que tres veces en toda su vida. Así, Huan habló por primera vez, le llevó su capa y la ayudó a escapar, dándole consejo: -Bella princesa, ahora que se la verdad, y lo traicionero que es mi amo, te he venido a ayudar. Ahora que se tus motivos, no solo te voy a ayudar a escapar, te traigo aquí tu capa para que te escondas. Huiremos juntos de la ciudad, y para ir más rápido, yo dejare que tu montes en mi. Huyeron por caminos secretos fuera de Nargothrond, y humillándose, dejó que la princesa, a pesar de todo ligera como el viento, montara sobre el para huir mas rápidamente... En el calabozo de Sauron, ya solo quedaban vivos Felagund y Beren, y Sauron pretendía dejar vivo hasta el último a Finrod, porque había detectado su sabiduría y su poder, aunque no sabía quien era ni que quería. Pero cuando llegó el monstruo por Beren, Felagund rompió sus cadenas y luchó con el con tan solo manos y dientes, defendiendo al guerrero hasta matar al monstruo, aunque el rey quedo herido de muerte... -Beren, hijo mío, me voy ya a donde debo descansar allá en el oeste. Pasará mucho tiempo antes de que me vuelvan a ver entre los noldor, y es probable que tu y yo ya nunca nos veamos mas, pues los destinos de nuestras razas son dos caminos opuestos. Adiós... - y murió el rey en las oscuridades de Tol-in-Gaurhoth, cuya torre el mismo había construido, cumpliendo su promesa y su deber, y Beren, desesperado, lo lloro...
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